El activista sancionado nos cuenta algunos detalles de la concentración
De manera simultánea se protestaba por el cierre de un centro de día/ residencia en Espinardo
Situándonos
en la causa de esta concentración, declara el sancionado, Luis
Miguel López Román, que el importe de la multa es muy elevado
teniendo en cuenta que es tan solo por participar en un evento
reivindicativo de los derechos de los docentes interinos murcianos.
1600€). El primer evento en el que participó por el que recibió
una sanción (1500 €) fue el Escrache a Sotoca el día 6 de junio
de 2013. No lo citan como Escrache en la sanción porque no es
delito, lo citan como concentración que no había sido comunicada
con la antelación dispuesta en la ley. Pero eran menos de 20
personas, el mínimo previsto a la hora de que sea necesario anunciar
la concentración. En este caso no identificaron a nadie, no pueden
demostrar realmente que allí hubiera mas de 20 personas.
El
otro evento por el que ha sido sancionado (1600 €) fue una
mini-ocupación en la Consejería de Educación de 1h 30min de
duración. Se le acusa de ser el promotor de la reunión. En
realidad, los interinos, cansados de intentar conseguir una
negociación con la Consejería sobre la rebaja de sus derechos,
intentaron personarse en el despacho de Joaquín Buendía,
responsable de la Dirección
General de Recursos Humanos y Calidad Educativa en la Consejería
de Educación de la CARM para conseguir
concertar una reunión.
Buendía
dijo que era necesario presentar una solicitud administrativa. No se
puso en peligro a nadie ni a nada a lo largo de la acción.
Luis
Miguel López Román se ha reunido con su abogado, y su intención es
agotar la vía administrativa para anular la sanción o rebajarla al
mínimo, 300€
La
primera sorpresa por parte de los asistentes a la convocatoria de
esta tarde en torno a la Catedral ha sido la buena respuesta. Ha
acudido gente de diversos colectivos:
AIDMUR,
Grupo Municipal Socialista, FE – CCOO, IU-Verdes, Intersindical,
PAH, Plataforma de Parados, Plataforma de la Sanidad Pública,
CrítiCCOOs, Republicanos, Izquierda Anticapitalista, Consumur, Somos
Escuela Pública.
Cabe
destacar también la poca presencia policial. Esta concentración no
se había planeado anteriormente, pero hoy ningún policía se ha
acercado para identificar a la gente.
A
pesar de que los medios empleados en las concentraciones sean
pacíficos (que no haya peligro ni para personas, ni para mobiliario
urbano, etc.) si la cuestión por la que se protesta afecta a los
privilegios de la clase política entonces las fuerzas de seguridad
actúan de forma implacable, queriendo actuar como escarmiento,
sembrando el miedo entre la población. Escogen de manera aleatoria a
uno de los participantes en la acción, acusándolo de ser el
organizador, ya que es la única manera que tienen de justificar una
sanción (a nivel administrativo, o incluso penal).
La
concentración de hoy también protestaba por el cierre del Centro
Ocupacional para discapacitados de Espinardo. Este Centro es a la vez
residencia. Tiene dos tipos de usuarios: los que lo emplean como
Centro de Día, y los que son residentes. El Centro está en malas
condiciones y en lugar de rehabilitarlo, lo van a cerrar. De esta
manera, se derivará a los usuarios a centros concertados. Y los
trabajadores, a la calle.
La concentración ha finalizado con la lectura del siguiente manifiesto:
Frente a la represión ¡Unidad y
lucha!
En los últimos años, los casos de represión se repiten de día en
día en nuestra región. Las medidas de recorte y las distintas
reformas lesivas para la ciudadanía que están aplicando los
distintos gobiernos han provocado una justa respuesta social. Esta
respuesta social está siendo tratada como un problema de orden
público que cae en las competencias por tanto de las fuerzas y
cuerpos de seguridad del Estado.
La justa protesta ciudadana que pretende
acabar con las dramáticas situaciones derivadas de las políticas de
recortes está siendo primero señalada por los medios de
comunicación del régimen y posteriormente atacada mediante
detenciones, multas y agresiones policiales. Se busca enfrentar la
lucha popular al conjunto de la ciudadanía que se enfrenta al
deterioro de los Servicios Públicos, al
recorte de salarios, al paro y la precariedad y la exclusión social.
Pero nosotros sabemos que la respuesta popular a los recortes y las
reformas, a las imposiciones de los gobiernos "recortadores"
no son un problema de orden público, sino un problema social.
Vivimos en una región con al menos 150 mil desempleados, con cada
vez mas ciudadanos en la exclusión social, con miles de docentes
que perderán sus empleos, con
miles de estudiantes que perderán su beca o
simplemente quedarán excluidos del sistema por razones económicas,
al no poder asumir el incremento del coste de las tasas académicas,
con entre dos y cinco desahucios diarios en
nuestra región y con miles de ciudadanos amenazados de
exclusión de los Sistemas públicos Sanitario y de Servicios
Sociales por la implantación de unas políticas antisociales
y contrarias al interés de la mayoría social.
Frente a este estado de cosas, hay cada vez más
ciudadanos que hemos decidido unirnos y organizarnos para luchar por
la vida. Así han crecido los colectivos de afectados por las
hipotecas, de desempleados, de profesores interinos, de estudiantes,
se han reforzado los sindicatos y otras formas
de organización de la clase trabajadora y de la ciudadanía en
general, se han desarrollado concentraciones, manifestaciones
y protestas diversas. Los derechos de reunión y manifestación se
hacen efectivos cuando se ejercen por los ciudadanos, solo la acción
de masas los impuso tras el franquismo y
de nuevo solo la acción de masas los volverá a imponer a
gobernantes corruptos y grandes empresas que buscan rebajar nuestros
medios de vida.
Por ello, las multas sanciones impuestas por ejercer el derecho a
manifestación con motivo de las movilizaciones en defensa de la
educación pública del pasado mes, así como las identificaciones
arbitrarias a muchos compañeros durante la misma lucha, sumada a los
distintos casos de agresiones policiales sucedidos en nuestra región
y la multitud de medidas represivas en los últimos tiempos, las
entendemos como un intento de eliminar o reducir los derechos
ciudadanos. Ya han acabado con muchos de nuestros derechos laborales
y sociales, y ahora van a por nuestros derechos de manifestación y
movilización pacífica. ¡No lo vamos a permitir!
Un muro de solidaridad se alza frente al poder político y económico,
en cada desahucio, en cada despido, en cada
deterioro de nuestros Servicios Públicos, con la lucha de los
jóvenes por su derecho al estudio y al trabajo, por el derecho de la
mayoría social a una sociedad donde el trabajo, los derechos
sociales y la democracia sean una realidad.
¡¡Si tocan a uno, nos tocan a todos!!
¡¡No más represión!!
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