-Se presenta en julio de 2012.
-Se turna a una de las secciones de la Sala de lo Contencioso del TSJ.
-La sección, meses después de haberla cogido, dice que no es competente.
-Nos tiramos un porrón de meses esperando a que se decida qué sección es competente, pero al final lo conseguimos.
-La sección competente, en lugar de pronunciarse inicialmente sobre nuestra legitimación activa para reclamar la deuda, pide el expediente administrativo a la CARM sin decir nada sobre si estamos legitimados.
-La CARM manda un expediente de risa, con tres folios (en uno de ellos Cobacho se somete a sus dictados y dice que acepta que le paguen cuando les dé la gana) y ningún documento contable que acredite el origen y cuantía de la deuda.
-El TSJ se tira meses sin comunicarnos nada, hasta que mandamos un escrito de queja exigiendo el impulso del proceso. A las dos semanas de enviarlo, nos comunican que ya está el expediente administrativo (que la CARM había enviado meses antes).
-Cuando vemos la vergüenza del expediente administrativo, exigimos que lo amplíen y nos den la documentación contable de la deuda.
-Y ahora...EL TSJ DICE QUE SE LE OLVIDÓ DECIDIR SOBRE SI TENEMOS LEGITIMACIÓN PARA EXIGIR LA DEUDA, Y RETROTRAE LAS ACTUACIONES AL PRINCIPIO PARA TOMAR DICHA DECISIÓN, NEGÁNDONOS LA AMPLIACIÓN DEL EXPEDIENTE ADMINISTRATIVO HASTA QUE NO ESTÉ CLARO!
Pese a ello, seguiremos adelante y acudiremos hasta las últimas instancias judiciales si es preciso para reclamar la deuda que está asfixiando a la universidad.
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