lunes, 31 de diciembre de 2012

Apaga y Vamonos - Marina de Cope por fin libre

Comida de los grupos ecologistas, lectura del manifiesto y entrevista a Pedro Costa Morata en la pedanía lorquina del Cantar para celebrar la reciente sentencia del Tribunal Constitucional que rechaza la ejecución del proyecto Marina de Cope.


¡¡Marina siempre libre!!


Programa especial de Apaga y Vamonos en audio y video.




El movimiento sociopolítico regional, que propugna la defensa de la naturaleza y su armonía con el progreso está de enhorabuena y celebración debido al éxito conseguido de la mano del Tribunal Constitucional (T.C.). Órgano, que ejerciendo la función de supremo intérprete de la constitución española de 1978, ha avalado el recurso de inconstitucionalidad, presentado por los colectivos ecologistas, contra la ley del Suelo de la Región murciana. Demanda, que por el feliz hecho de haber prosperado, obliga a la anulación en un futuro próximo de la recalificación de 15.000 hectáreas de parcelas protegidas junto a la costa. Operación urbanística, que llevaba implícita la equiparación de terrenos de alto valor ecológico con otros de escaso o nulo interés, valiéndose de una figura de protección inferior.


Esta modificación despejaba por completo el camino a un plan de desarrollo urbanístico avalado por la Comunidad Autónoma, que preveía nuevas edificaciones en zonas tan excesivamente saturadas como la Manga y el Mar Menor, que de haberse llevado a cabo hubiera tenido efectos directos irreversibles, de extrema gravedad, para la conservación de nuestros últimos tramos de costa virgen y del valioso patrimonio de nuestro litoral, perteneciente a municipios como Águilas, Lorca y Mazarrón. Devastadoras consecuencias tales como el absoluto desamparo y destrucción, legal e institucionalmente consentidos, de espacios naturales pertenecientes al Parque Regional de Cabo Cope-Puntas de Calnegre con el objetivo de promover la construcción de uno de los mayores complejos urbanísticos del Mediterráneo.

Actuación urbanística permitida por una Norma de ámbito regional, cuya disposición adicional octava ha sido declarada nula e inconstitucional por el T.C., lo que supone a efectos prácticos la ilegalización del proyecto Marina de Cope. Planificación urbanística, que desde el primer momento topó con la oposición de todo un movimiento ciudadano, del que uno de los representantes fue el veterano ecologista aguileño Pedro Costa Morata. Portavoz de un creciente y pacífico levantamiento popular, integrado en origen por un nutrido grupo de vecinos de la diputación lorquina de Garrobillo y por un equipo de profesionales, que participan a título individual, apoyados por la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) y Ecologistas en Acción.


Actitud con la que nos recuerdan la importancia de la conservación de la costa como medio privilegiado y exclusivo para la supervivencia de especies autóctonas y para las que la visitan de forma estacional. Individuos, cuyo crecimiento y reproducción está garantizado gracias a la preservación del litoral como zona de transición entre dos ambientes distintos, el acuático y el terrestre.

Por esta razón todos los ciudadanos conscientes de la importancia de mantener el medio ambiente en óptimas condiciones, especialmente el costero y el marino de nuestra región, tenemos la gustosa obligación de felicitar al activismo ecologista murciano en general y muy especialmente a la rama, que entroncando con él, defiende el litoral de nuestra tierra desde 1973 por esta resolución del T.C. Veredicto, que representa el haber ganado una de las batallas más decisivas en la guerra contra los especuladores urbanísticos que pretenden lucrarse expoliando nuestro patrimonio natural.

Meta alcanzada gracias al esfuerzo incansable de una corriente de pensamiento diligente y eficaz, que desde sus orígenes en aquel relevante y significativo año antes citado, en el que se fundó ANSE, ha generado una marea de activismo social, que extendiéndose hasta nuestros días ha alcanzado uno de sus mayores hitos históricos gracias a la sentencia del T.C., emitida el pasado día 19 del presente mes.

Ansiado pronunciamiento del alto tribunal que, tras once años y medio de demora, nos permite sumarnos con tranquilidad a la rotunda afirmación expresada por Pedro Costa Morata, en declaraciones a los medios de comunicación, tras conocerse el tan anhelado y dilatado fallo del T.C.: “Marina de Cope vuelve a estar protegida y eso va a misa”

Entusiasmo y satisfacción de nuestro apreciado Pedro, que le motivó a continuar manifestándose con contundencia en los siguientes términos: “Esto ha sido un triunfo colectivo, una victoria de la madurez y del momento que atraviesa la Región de Murcia”. Alegría plenamente justificada y compartida por el resto del movimiento conservacionista murciano y por todos los integrantes de la asociación Prolitoral, promotora en 2001, junto con Cristina Narbona y el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, del recurso de inconstitucionalidad contra la ley del Suelo regional.


Colectivos, que junto a figuras de primera magnitud del ecologismo nacional, como la exministra de Medio Ambiente, citada anteriormente, aprovechan esta coyuntura favorable, que enmarca el amparo constitucional a sus reivindicaciones, para exigir con renovada fuerza, de nuestros gobernantes la retirada de las proyectadas directrices del litoral, que benefician únicamente a los intereses crematísticos de una élite privilegiada de empresarios capitalistas. Inmobiliarias principalmente, que tienen en mente grandes proyectos de desarrollo urbano-turístico, caracterizados por un alto impacto ambiental, social y económico, que constituyen un verdadero atentado ecológico, que nos posiciona en las antípodas de lo que en toda Europa se está proponiendo en zonas costeras como sistemas de urbanización y comunicación sostenibles. Propuestas en consonancia con la protección de los valores naturales, paisajísticos y culturales de la costa murciana, una de las pocas zonas vírgenes, que quedan en todo el mediterráneo Español.

En este sentido se han pronunciado organizaciones como Ecologistas en Acción, que junto con WWF y Greenpeace lanzaron un comunicado, tras conocerse la buena nueva, en el que piden, con carácter de urgencia, al presidente de la Comunidad Autónoma “la inmediata paralización de los trámites de recalificación de suelos en Marina de Cope”, y que retome de forma decidida y definitiva la senda de la aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Parque Regional de Cope-Calnegre, incluyendo la mayor parte de la zona que pretendía ser urbanizada.

Los ecologistas sugieren además que el dictamen del Tribunal Constitucional «debería tener como consecuencia la asunción de responsabilidades por parte del Gobierno regional y obliga a un cambio radical en las políticas de ordenación territorial que han favorecido la destrucción de los espacios naturales en beneficio de un urbanismo excesivo»




En esta línea se ha manifestado también el ingeniero, escritor y periodista aguileño anteriormente presentado, quien pronunció a modo de conclusión las siguiente y sabia reflexión, en las que no ahorro  amables calificativos dirigidos al Ejecutivo Regional: “Tenemos el peor gobierno de Celtiberia, no da una y no saca nada adelante; todo es incompetencia y perversidad”. Tajante, realista y oportuna declaración de principios, a la que añadió para acabar una recomendación, de rabiosa actualidad, destinada a nuestro pocas veces insigne y la mayoría infame presidente autonómico: “Valcárcel debería cortarse las venas y desaparecer del mundo con dignidad”.

Y para terminar me gustaría aportar un texto, que viene muy al caso, extraído de Las Siete Partidas, libro fruto de la inspiración de un rey llamado Alfonso, que ha pasado a la historia con el justo y merecido apelativo de “el Sabio”. Pero que algunos sólo conocen por ser la figura dedicataria de un monumento conmemorativo erigido en la capital murciana al final del “Tontodromo”. Y que otros reivindican como un personaje tradicionalmente muy influyente.


Prolífico estudioso de diversas y avanzadas materias de su época y animador de una ingente e irrepetible obra literaria, que desconociendo términos como biodiversidad o eufemismos como desarrollo sostenible, nos recordó hace alrededor de 750 años una ancestral y magistral lección de progreso y crecimiento financiero en armonía con el ecosistema, que debería ser inolvidable para nuestros actuales gobernantes. Incompetentes dirigentes, que en comparación con su predecesor, el monarca sabio, se desacreditan comportándose como una oligarquía de ambiciosos ignorantes. Políticos  incapaces de superar con los presentes medios tecnológicos y científicos la intuición y la labor respetuosa, del rey sabio, con un vocablo, que desconocía, ecología, pero cuyo significado conocía empírica y profundamente y cuyo mensaje ponía en práctica continuamente:

"Las cosas que comunalmente pertenecen a todas

las criaturas que viven en este mundo son éstas:

el aire, el agua de lluvia, el mar y su ribera.

No se puede edificar en la ribera de modo que

se embargue el uso comunal de la gente".


Alfonso X el Sabio, Las Siete Partidas (1256-1265)

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