El 25 de octubre, a partir de las 19:30 se fue concentrando un número creciente de personas hasta alcanzar la cifra de unos cuantos centenares de activistas.
Manifestantes, que convocados a través de la redes sociales, acudieron en respuesta a una convocatoria anónima ciudadana, con la intención de dejar patente con pitadas, silbidos, abucheos, pancarta y algún que otro utensilio de cocina su disconformidad con respecto a unas políticas de recortes, que están asfixiando la maltrecha economía personal y familiar de los colectivos sociales y laborales más atacados por esta situación de recesión económica, que estamos padeciendo. Crisis económica, que no han generado; pero que paradójicamente no sólo están siendo obligados a pagar exclusivamente sus consecuencias, sino que además están sufriendo las medidas aprobadas para subsanar el déficit provocado por la mala gestión, el derroche y la corrupción de la peor clase política de toda la historia de la democracia.
Representantes de esta casta gobernante delante de los cuales pensionistas, parados y funcionarios han protestado aprovechando la visita a la capital de la Ministra de Trabajo, Fátima Báñez, máxima responsable junto con Rajoy, de unas directrices que está provocando la mayor avalancha de despidos y de destrucción de empleo de nuestra historia más reciente. Miembro del gobierno, que desertó de la obligación de entregar unos premios a personajes de la talla del monarca déspota y absolutista del reino de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, acobardada ante la avalancha de ciudadanos, que la aguardaba deseosos de reglarle los oídos y darle el justo recibimiento, que merece. A la gala costeada con los recortes, subida de impuestos y de tasas y sueldos que se ahorran asistieron además el alcalde de Murcia y el consejero de educación, que gozaron también del correspondiente y fervoroso abucheo del público congregado en el exterior del Teatro Circo para tal fin.
Esta fogosa acogida fue controlada en todo momento por las fuerzas del orden público, que velaron en todo momento por la seguridad de las figuras políticas de tan alto nivel asistentes al acto, a las que todos los ciudadanos, que formaban parte del comité de bienvenida ardían en deseos de abrazarlos hasta dejarlos sin respiración como muestra de agradecimiento por haberse cargado el estado del bienestar de todos los murcianos. Uno de los cuales fue arrestado por la policía por no poder aguantar las ganas de saltar por encima de ellos con la pretensión de ser el primero en estrujarlos y darles un abrazo “chillao”, demostración de afecto muy típica de la tierra murciana.
Sindicalista, que antes de ser detenido, fue humillado y forzado a arrodillarse para pedir perdón, y luego llevado a dependencias policiales; Esperamos recibir noticias favorables suyas muy pronto.
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